7 tips para cuidar la piel
La piel es el órgano más grande que tenemos en el cuerpo humano y cumple con tres funciones principales: protegernos, regular nuestra temperatura y generar vitamina D. Pero, ¿cómo va a protegernos esta gran barrera si no está correctamente cuidada? Es precisamente esto lo que vamos a ver a continuación: como cuidar tu piel para que te proteja y cumpla con sus funciones pero que, además, luzca con todo su esplendor. ¡Prepárate para un ritual de mimos!
Las capas de la piel
La piel, de la cual solo vemos una pequeña parte, está formada por 5 capas. Des de la parte más interna, las células que la forman, van madurando y sufriendo algunos cambios que es lo que hace que cada capa sea diferente. La capa que nosotros vemos, la más externa, se conoce como capa córnea. Es la capa que está compuesta de estas células que ya han pasado todo el proceso de maduración hasta su muerte y que se desprenden por descamación.
La composición de la piel
En esta capa córnea que nosotros vemos, las células están colocadas una al lado de la otra y se unen entre sí por un tipo de lípidos (grasas). Estos lípidos son los que crean esta barrera protectora que impide la entrada de agentes externos y además impiden la salida excesiva de humedad. Si tienes la piel seca es probable que exista una falta de lípidos entre las células, de ahí que se produzca mayor descamación y aspereza.
Además, nuestra piel posee una “crema” natural que está compuesta por agua y grasas. Esta crema natural se llama película hidrolipídica y se consigue por la acción de las glándulas sebáceas. La función de esta película es mantener una piel flexible e hidratada que garantice una mayor protección frente a ataques externos.
Probablemente estés pensando en todo lo que has oído acerca del ácido hialurónico y otros componentes como el colágeno o la elastina, y te preguntarás que dónde están. Bien, lo cierto es que no se encuentran precisamente en la capa más exterior sino en la capa que hay por debajo de esta que se llama “dermis”. Estas sustancias son las que otorgan propiedades como la flexibilidad, elasticidad y aspecto de piel joven a este órgano. Pese a que no vemos estas capas internas ni sus componentes, debemos procurar dirigir nuestros cuidados también a mantener estos nutrientes internos con tal de que la piel se mantenga en un óptimo estado.
Cuida tu piel en 7 pasos
Ahora que hemos visto qué es la piel, y cómo se compone, ¡vamos a preparar un ritual de cuidados!
1.- Cuida tu alimentación. Como ya hemos visto, la piel no sólo está formada por células sino que en las diversas capas encontramos lípidos, colágeno… Estos nutrientes los podemos aportar a través de la alimentación.
No se trata de comer exclusivamente alimentos que solo nos aporten estos ingredientes, ya que si hacemos esto, estaremos privando al organismo de otros nutrientes igualmente necesarios para otras funciones. De lo que se trata es de comer de manera equilibrada, variada y suficiente. Esta alimentación debe aportarnos todos los nutrientes necesarios desde vitaminas y minerales hasta los famosos macronutrientes: proteínas, hidratos de carbono y grasas. Y sí, en esta alimentación también se incluyen las grasas. ¿Todas? No, todas no. Recuerda que, como vimos en el artículo que hablaba sobre qué grasas se han de reducir, no todas son saludables.
2.- Bebe suficiente. Esa “crema” que tiene nuestra piel, está formada por agua. Para que la piel se mantenga tersa y elástica, el agua debe estar presente. Por eso, la hidratación es fundamental: asegúrate de beber mínimo 1,5 litros de agua al día.
Si además quieres aportar un extra de antioxidantes y beber agua no es tu mayor placer, te proponemos aumentar el número de infusiones que tomas diariamente, y disfrutar de algunas como Antiox de Susarón que contiene té verde y cúrcuma. Estos 2 ingredientes contienen sustancias antioxidantes, que pueden ayudar a mantener la piel saludable protegiéndola del estrés oxidativo. ¡Y con un delicioso sabor a piña!
3.- Limpia adecuadamente tu piel. Cada tipo de piel requiere un tipo de limpieza diferente y unos productos específicos. Es importante que te asesores bien acerca de qué productos son los adecuados para ti y que sigas las instrucciones para evitar dañar tu piel durante la limpieza. Por ejemplo, evitar esponjas exfoliantes si tu piel es muy delicada, o utilizar un tipo de jabón u otro en función de su pH o composición, te asegurará una piel más cuidada.
4.- Tonifica. Además de limpiar, hay que tonificar. Después de la limpieza de la piel hay que utilizar un tónico específico que devuelva a la piel algunos nutrientes y que la calme ante posibles irritaciones. ¡No frotes! El tónico debe aplicarse mediante pequeñas presiones sobre la piel.
5.- Añade más cuidados. Además de la hidratación interna, hay que hidratar la piel desde fuera con cremas específicas. Es recomendable hacer siempre después de la limpieza facial o de una ducha. Escoge cremas adecuadas para cada parte del cuerpo que estén adaptadas a las necesidades de tu piel.
6.- Exfolia tu capa más externa. Para facilitar ese proceso de descamación es aconsejable realizar una exfoliación. Igual que con los productos de limpieza y cuidado, debes escoger un exfoliante no abrasivo que no dañe tu piel y aplicarlo una vez al mes.
7.- Ponte en manos de expertos. Por su puesto quien mejor puede asesorarte e indicarte si tu piel está en buen estado es un especialista, por eso dentro de este ritual te invitamos a que visites a un experto una vez al año para controlar que todo sigue un buen proceso.
Esperamos que disfrutes de tu ritual con estos 7 tips para cuidar tu piel. ¡Ya verás cómo pronto se notarán los resultados!