PIERNAS CANSADAS SUSARÓN 1

Causas del síndrome de las piernas cansadas

¿Te has descubierto moviendo las piernas de forma repetitiva e involuntaria? ¿Intentando ahuyentar un calambre que detectas que va a aparecer? Puede encontrarte ante el síndrome de las piernas cansadas o inquietas (SPI), que se caracteriza por un deseo irresistible de mover las piernas continuamente. Las personas que lo sufren sienten sus piernas incómodas de forma permanente, lo que las lleva a moverlas para aliviar su dolor. Te damos claves para que conozcas este síndrome y como aliviarlo.

 

El síndrome de las piernas cansadas o inquietas, ¿qué es?

La afección de las piernas inquietas, también conocida como la enfermedad de Willis-Ekbom, aparece a cualquier edad y generalmente empeora con el paso de tiempo. Puede llegar a interrumpir el sueño, lo que interfiere en las actividades diarias.

En cuanto a los síntomas, se describen hormigueos, tirones, ardores y molestias en las extremidades inferiores. Es cómo que “algo que se arrastra o trepa por sus piernas”. Es una enfermedad silenciosa y difícil de controlar, ya que, en la mayoría de los casos, se desconocen sus causas. Su tratamiento debe ser individualizado y personal.

Esta enfermedad ha sido sujeto de numerosos estudios científicos: algunos sugieren que la suplementación con magnesio podría aliviar los síntomas por su efectividad en calambres; otros han estudiado su posible vinculación con la deficiencia de hierro cerebralNo obstante, no existe todavía suficiente evidencia científica para dar por válidas estas hipótesis. Es cierto que el magnesio puede ayudar con los calambres, o prevenirlos en un momento dado, pero el síndrome de las piernas cansadas es un trastorno complejo que abarca un amplio abanico de síntomas, y por ende, de propuestas terapéuticas.

 

El tratamiento farmacológico para las piernas cansadas alivia síntomas, pero no cura

No hay un tratamiento único ni específico, las recomendaciones irán en función de la gravedad de los síntomas y la evolución de la enfermedad en cada persona. El tratamiento farmacológico se reserva para los casos más graves, en los que los movimientos son tan incontrolables que pueden comprometer seriamente el descanso y la calidad del sueño. Las personas que sufren la versión más agresiva de este síndrome pueden llegar a tener espasmos que les impidan conducir, o tener las piernas en movimiento durante toda la noche. En estos casos, la medicación puede ser útil para aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida.

Los fármacos más usados para el SPI son aquellos que ayudan a reequilibrar diversas sustancias en el cerebro, como los anticonvulsivos o los imitadores de la dopamina, e incluso los ansiolíticos y analgésicos. Es imprescindible probar cómo responde el cuerpo al tratamiento farmacológico antes de darlo por efectivo.

Por otro lado, el apoyo psicológico, y el cuidado activo de la salud mental, es fundamental en el abordaje de esta enfermedad por su impacto directo en el descanso y en la calidad de vida de quien lo sufre.

 

¿Es posible prevenir el síndrome de piernas cansadas?

Si bien se insiste en la falta de información sobre las causas, sí que existe consenso acerca de la prevención.

La comunidad científica coincide en la premisa de que un estilo de vida saludable, activo, y con una alimentación adecuada, es el mayor ejercicio de prevención para evitar las piernas cansadas.

Se realizó un estudio prospectivo en el que se observó a más de 50.000 personas durante un período de 4-6 años. En dicho análisis se vio claramente como las personas más activas, no fumadoras, y con un consumo ocasional de alcohol tenían un riesgo mucho menor de sufrir el SPI.

En definitiva, efectuar pequeñas modificaciones en nuestro estilo de vida diario desempeñarán un papel importante en la prevención del síndrome de piernas inquietas. ¡Escucha a tu organismo para saber qué te sienta mejor!

 

Pautas para tratar el síndrome de piernas cansadas

Los factores que deben modificarse para mejorar esta enfermedad son los genéricos de cualquier estilo de vida saludable: evitar el consumo de sustancias tóxicas como el tabaco y el alcohol, hacer actividad física de forma regular o llevar una alimentación equilibrada ¡A continuación te damos algunos consejos para aplicar a tu día a día y ganar en salud!

Aumenta tu actividad física diaria

La actividad física comprende todas las actividades diarias que conforman tu jornada. El ejercicio físico, en cambio, es la actividad física planeada para conseguir un mejor funcionamiento del organismo. Tus necesidades variarán en función de tu situación personal y laboral.

Si trabajas en movimiento, quizás una práctica de yoga o ejercicios de fuerza con pesas serán suficientes para mantenerte en forma y preparar tu cuerpo para el descanso. Si, por el contrario, pasas gran parte del día en reposo, deberás reservar tiempo todos los días para hacer ejercicio físico moderado durante unos 30-45 minutos. Puedes realizar series de ejercicios de cierta intensidad, una sesión de cardio en bicicleta o bailar. ¡Arriba las endorfinas!

Mantén un óptimo estado de hidratación

No esperes a tener sed para beber agua. La sensación de sed aparece cuando el organismo empieza a deshidratarse, por lo que, es imprescindible mantener una ingesta hídrica constante durante el día. Una manera fácil de conseguirlo es llevar siempre encima una botella de agua grande, o tomar líquido en forma de infusiones como hábito diario.

Hay gran variedad de infusiones con propiedades muy beneficiosas ¡Echa un vistazo a esta infusión ‘piernas ligeras’ para mejorar la circulación, o esta otra variedad pensada para la retención de líquidos!

Sigue una dieta equilibrada, variada y suficiente

Una alimentación saludable es fundamental para el buen desarrollo del organismo. Una dieta se considera sana cuando es equilibrada, no hay excesos, es suficiente para tus necesidades energéticas y nutricionales, y contiene variedad de nutrientes en su composición. Haz que predominen los alimentos de origen vegetal (verduras y hortalizas cocidas y crudas, legumbres, cereales y frutas) así como las grasas saludables presentes en las semillas, frutos secos, pescado y aceite de oliva virgen. Toma la Dieta Mediterránea como referente, ¡y recupera este artículo en el que te explicábamos por qué es tan importante cuidar la nutrición!

 

Ya ves que no es difícil tener un estilo de vida saludable. Si tienes el síndrome de piernas cansadas, debes mantener unos hábitos saludables para mejorar tu estado de salud ¡Ánimo!