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Mitos que engordan

¿Cuántas veces has oído eso de “comer fruta por la noche engorda”? Es un clásico que podría pasar a ser parte del refranero tradicional, pero no es el único. Vamos a ver algunos mitos nutricionales conocidos, y comprobaremos si son ciertos o solo son una generalización a la que no debemos hacer caso.

El pan, engorda

Esta mítica afirmación viene a decirnos que el pan, en cualquiera de sus formas y en cualquier momento del día, puede causarnos un aumento de peso por comerlo. Lo cierto es que el pan puede ser uno de los alimentos que desestabilicen una pauta alimentaria, y más en un país en el que somos muy paneros. Pero el hecho de que podamos ganar unos quilos extra no se debe a su consumo especialmente. En cualquier caso, se debe al cómputo total de calorías que se ingieren a lo largo del día.

Si consumimos calorías de más, ganaremos peso. Si consumimos calorías de menos, perderemos peso. Entonces, ¿el pan engorda? El pan aporta calorías, claro, pero lo que va a engordar son las calorías que consumimos y no necesitamos. Eso sí, si vamos a consumir pan, es mejor optar por opciones más saludables como el 100% integral, elaborado con harina integral en lugar de la refinada.

Así pues, si ajustamos las calorías totales a las necesidades reales, ¡incluso el pan puede tener cabida en nuestros menús!

Saltarse comidas te hace perder peso

Ahora, con la nueva moda del ayuno intermitente, esta afirmación está cogiendo más fuerza. Lo cierto es que, de nuevo, como se ha mencionado en el caso del pan, lo que va a hacer que ganemos peso, o no, es la cantidad de calorías extra que comemos. Si comemos por encima de nuestras necesidades, ganamos peso.

¿Podemos garantizar que comiendo menos veces al día consumimos todos los nutrientes que necesita el organismo? ¿Y perder peso? Comer con menos frecuencia no tiene por qué ayudarnos a bajar peso, e incluso puede ayudarnos a ganarlo. El motivo es que al pasar más horas entre comida y comida la sensación de ansiedad aumente. Por eso, es posible que con esa sensación hagamos ingestas con un alto aporte de calorías. Además, si estas son de pobre calidad nutricional, no solamente harán que ganemos peso, sino que no aportaremos todos los nutrientes necesarios a nuestro cuerpo. ¿Quiere esto decir que tengo que comer 5 veces al día? Tampoco.

La que debes tener en cuenta son tus necesidades nutricionales y que las comidas que realizas sean de calidad, ricas en frutas, verduras, cereales integrales, frutos secos, legumbres…

Si lo que quieres es perder peso, una idea es repasar nuestros menús, recortar calorías eliminando los alimentos altos en calorías y pobres en nutriente. Y por supuesto, debemos incorporar los alimentos mencionados anteriormente.

La fruta, engorda

De la fruta se dicen muchas cosas. Entre otras, este mito, que dice que la fruta engorda tiene, además, varias versiones:

  • La fruta aporta azúcar y por eso engorda.
  • La fruta después de comer engorda.
  • La fruta por la noche engorda.

¿Qué hay de cierto en todos estos mitos?

Pues de nuevo, como con los anteriores, hay una falta de información. Comerse una manzana no hace que aumentemos nuestro peso. Las calorías de la fruta, en general, suelen ser bajas porque son alimentos que contienen mucha agua. Y sí, es cierto que contiene azúcar, pero este azúcar que contienen es un azúcar naturalmente presente o intrínseco. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el azúcar presente en la fruta entera es natural y su consumo no tiene asociados efectos negativos. Además, la propia fruta contiene otros nutrientes como minerales, vitaminas, fibra, o el agua, que le otorgan un gran valor nutricional.

El momento de consumo de la fruta tampoco es importante, ya que esa pieza de fruta nos va a aportar las mismas calorías antes, durante o después de comer, por la mañana, a medio día o por la noche. Por lo tanto, de nuevo, ¿qué es lo que hace que una persona gane peso? ¿Comer fruta? No. Lo que hace que gane peso es un aporte energético superior al que realmente necesita.

 

Como ves, en general, es clave repasar las cantidades que se comen de todos los alimentos. Moderar la cantidad de calorías que ingerimos hace que notemos una disminución del peso, sin tener que eliminar ningún alimento. También es importante conocer de qué manera comes, y si tus ingestas se caracterizan por ser muy impulsivas, grandes cantidades y de manera muy ansiosa. Te proponemos que pongas en práctica estos consejos para acabar con el hambre emocional.

 

Estos son tres de los mitos más habituales, y ya has visto que son muy fáciles de desmontar. ¿Qué otros mitos conoces?