¿Por qué puedo tener un exceso de grasa corporal?

¿Por qué puedo tener un exceso de grasa corporal?

Nuestro cuerpo está constituido por múltiples sustancias: agua, hueso, músculo, grasa, entre otras. El agua es, de todas ellas, el componente mayoritario. Constituye más de la mitad del peso del organismo, y desempeña un papel vital en muchos de los procesos corporales. Su cantidad depende de factores tales como la edad, el sexo y la composición corporal. Así pues, un porcentaje de grasa elevado puede comprometer la cantidad total de agua que hay en el organismo.

Asimismo, sabemos que reducir los niveles excesivos de grasa corporal puede suponer una mejora en la prevención y tratamiento de enfermedades como la diabetes, hipertensión, enfermedades cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer.

Conocer su distribución es clave para controlar el exceso de grasa corporal

La grasa tiene un importante papel de reserva energética, además de participar en otras funciones como la protección de órganos, regular la temperatura corporal, almacenar vitaminas y síntesis de hormonas.

Según su localización, distinguimos entre grasa subcutánea y grasa visceral. La primera, tal como su nombre indica, es la que encontramos debajo de la piel, y supone el mayor almacén de tejido graso. La grasa visceral, en cambio, es la que encontramos en el interior de la cavidad abdominal, cubriendo los órganos de la zona abdominal.

Diferencias de grasa corporal entre hombres y mujeres

El contenido de grasa o tejido adiposo aumenta con la edad, y es mayor en las mujeres. Los hombres tienen alrededor de un 15% de grasa corporal total, mientras que, en las mujeres, este porcentaje aumenta hasta un 20-25%.

Se observan también diferencias en cuanto a la distribución de este componente en el cuerpo. En el caso de los hombres, la grasa tiende a acumularse en las zonas centrales, especialmente en abdomen, pecho y espalda. Las mujeres, en cambio, presentan mayores niveles de tejido adiposo en caderas y muslos.

La obesidad, caracterizada por un exceso de masa grasa, puede comprometer la salud de las personas. No obstante, numerosos estudios científicos han observado que los riesgos se deben, en parte, a la localización de la grasa, más que a la cantidad total. Se conoce como obesidad androide a la acumulación de grasa en la zona central del cuerpo (grasa visceral), y puede suponer mayor prevalencia de enfermedades.

¿Qué implicaciones tiene un exceso de grasa corporal?

La obesidad o acumulación excesiva de tejido adiposo provoca un aumento en la producción de sustancias inflamatorias en el cuerpo. Estas sustancias, a su vez, aumentan el riesgo de presentar enfermedades y empeoran la calidad de vida de las personas.

Los principales problemas de salud asociados a la obesidad son:

  • Diabetes tipo 2
  • Hipertensión
  • Hipercolesterolemia
  • Accidentes cardiovasculares
  • Inflamación de las articulaciones
  • Enfermedades respiratorias

Obesidad metabólicamente sana

¿Y si te dijéramos que, a pesar de toda esta información, el peso y la grasa no son los únicos indicadores de salud?

Recientemente, se ha puesto de manifiesto el término “obesidad sana”. Se refiere a un pequeño porcentaje de la población obesa que no presenta alteraciones metabólicas como la resistencia a la insulina, ni otros factores de riesgo que se suelen asociar a un exceso de grasa y peso corporales.

En algunos casos, se valoran los niveles de colesterol sanguíneo, triglicéridos e índice de resistencia a la insulina (índice HOMA) para clasificar una “obesidad metabólicamente sana”.

En cualquier caso, necesitamos todavía más estudios científicos para poder afirmar que, en un futuro, las personas obesas sin complicaciones metabólicas diagnosticadas, tengan una menor morbimortalidad que los obesos con patología conocida.

¿Qué puedo hacer para reducir el exceso de grasa corporal?

La obesidad es una enfermedad multifactorial. Se sabe que influyen en su desarrollo factores tan diversos como la genética, metabolismo, factores psíquicos, sociales y culturales, entre otros.

En algunos casos, además, puede ser consecuencia de una ingesta calórica superior al gasto energético.

No podemos afirmar que la obesidad dependa únicamente de las calorías que consumimos y gastamos a lo largo del día, por lo que contar calorías puede no ser la mejor estrategia para bajar peso.

Lo que sí sabemos es que hay factores sobre los que podemos trabajar, y que nos pueden ayudar a bajar grasa corporal. ¡Te contamos algunos!

1.     Come de forma saludable

Vivimos rodeados de publicidad y anuncios sobre dietas que prometen pérdidas de peso de forma rápida y aparentemente, sin mucho esfuerzo. Sin embargo, para que una pérdida de peso se mantenga a largo plazo, debe hacerse de manera saludable. Sin dietas milagro, sin productos “quema grasa”, sin suplementos que te cuesten un ojo de la cara.

Céntrate en incorporar progresivamente algunos de estos cambios en tu alimentación:

  • Asegura un mínimo de 2 raciones de vegetales y 3 frutas cada día.
  • Incluye proteínas de calidad (pescado, carne magra, huevos, legumbres y otras proteínas vegetales…) en las comidas principales.
  • Prioriza grasas saludables, como el aceite de oliva, frutos seos o el aguacate.
  • Mantente hidratado, bien sea con agua o con infusiones.

2.     Practica algún tipo de ejercicio físico

Practicar ejercicio de manera regular es uno de los cambios más útiles que podemos adoptar, no solo para conseguir una bajada de la grasa corporal, sino para mejorar el estado general de salud.

Y si no eres muy amante de los gimnasios, busca alternativas. Puedes salir a pasear (o aumentar el tiempo de paseo), evitar el ascensor y subir por las escaleras, bailar, etc.

Dedica un mínimo de 30’ al menos tres o cuatro días a la semana.

3.     No te olvides del resto de hábitos

Mantener una buena alimentación y moverse son dos de los factores más importantes a la hora de bajar grasa. No obstante, hay ciertos hábitos que no podemos olvidar si lo que buscamos es ganar en salud.

Descansar correctamente, alejarse del estrés y reducir el consumo de alcohol contribuye también a conseguir el nuestro objetivo.

 

Sabemos que, a veces, puede no ser fácil conseguir una bajada de peso y grasa corporal. En cualquier caso, te animamos a incorporar estos cambios de forma progresiva, a tu ritmo; y a buscar ayuda profesional si lo necesitas. La infusión Susarón Quemagrasas es una aliada perfecta para acabar con este exceso de grasa corporal en tu cuerpo.