Alimentación intuitiva, ¿moda o cambio de paradigma?

Alimentación intuitiva: ¿moda o cambio de paradigma?

Cada vez más se oye hablar de la alimentación intuitiva: ¿es una nueva moda o un cambio de paradigma? ¿Dónde quedan las dietas clásicas? ¿Debemos plantearnos seguir este estilo de alimentación? De todo ello te hablamos a continuación.

Qué es la alimentación intuitiva

Comer de forma intuitiva es algo que llevamos innato desde que nacemos, pero que, a lo largo de los años, vamos perdiendo porque acabamos desconectando con las sensaciones corporales. Este concepto fue creado por dos nutricionistas, Evelyn Tribole y Elyse Resch en 1995 y se aleja mucho de los patrones convencionales de dieta, donde el peso es el objetivo principal, y el motivo por el que se permiten o limitan ciertos alimentos. La alimentación intuitiva es un proceso de autoconocimiento y conexión con el propio cuerpo y la mente, donde prima la salud y el bienestar integral.

La alimentación intuitiva, ¿Es una moda o un cambio de paradigma?

La nueva moda de la alimentación intuitiva, que parece que ha venido para quedarse, no es una moda, ya que está descrita desde hace más de un cuarto de siglo. Podríamos decir que la alimentación intuitiva ha resurgido en los últimos años, debido al fracaso reiterado de las dietas clásicas y de las consecuencias para la salud que conllevan. Por lo tanto, estamos hablando más bien de un cambio de paradigma, un cambio en la percepción del cuerpo y de su cuidado, a través de los alimentos y del estilo de vida.

Por qué funciona la alimentación intuitiva

La alimentación intuitiva funciona porque se aleja de los clásicos patrones restrictivos. Numerosos estudios demuestran el fracaso de las dietas convencionales a medio y largo plazo, debido a la insatisfacción corporal, la estigmatización de los alimentos y la mala relación con los mismos, y los efectos metabólicos que conlleva.

El proceso de aprender de nuevo a comer de forma intuitiva requiere de ir asentando unas bases que permiten interpretar correctamente las señales del cuerpo, eliminar los prejuicios que condicionan la alimentación y disfrutar de las comidas. Una nueva forma de relacionarnos con la comida, desde la compasión y buscando el bienestar físico y mental.

Las 10 bases de la alimentación intuitiva:

1. Olvídate de las dietas

Para conseguir interiorizar la alimentación intuitiva, es necesario dejar atrás la idea de estar a dieta, de que existen alimentos buenos o malos y de que el peso es el único objetivo que te permite alcanzar el bienestar. Se trata de hacer las paces con la comida y con uno mismo.

2. Honra tu cuerpo

Admira el cuerpo y acepta que todos somos diferentes y que eso está bien. Estar orgulloso de la propia realidad es la base para conectar con el interior, romper con los juicios despectivos hacia el propio cuerpo y el deseo de alcanzar los cánones de belleza poco realistas.

3. Haz las paces con los alimentos

La cultura de la dieta ha dejado muy arraigada la creencia de que existen alimentos buenos y alimentos malos.

Esto hace que los alimentos “prohibidos” sean objeto de deseo imperioso. Si dejas de creer que realmente hay alimentos malos, como por ejemplo el chocolate, el deseo por comerlo a todas horas se reduce, y pasa a ser un alimento más.

4. Atiende a las señales de hambre y saciedad.

No se trata de comer a una hora determinada por el simple hecho de que “toca”.

En vez de guiarte por la hora del reloj, es preferible que escuches las señales de hambre y de saciedad, tanto para empezar a comer, como para dejar de hacerlo. Identificar la sensación de saciedad es más complejo de lo que parece. Para ello, debes entrenar tu cuerpo, escuchando como te sientes tras comer algo de alimento.

5. Las emociones y las ganas de comer

Cuántas veces has escuchado eso de que las personas comen según el estado de ánimo.

Se puede comer por aburrimiento, soledad, tristeza, euforia o estrés. Sin embargo, esto se trata de hambre emocional, dado a que los alimentos son capaces de producir sensaciones placenteras. Desafortunadamente, la sensación de bienestar es efímera, y las emociones siguen aflorando igual, después de comer.

6. Experiencia sensorial

El enfoque en los aspectos sensoriales de los alimentos es una experiencia que se vive durante las comidas, masticando despacio, saboreando los alimentos, y permite prestar atención a las sensaciones que producen, sin juicios. Tú decides qué y cuánto comer, en base a las sensaciones que vas experimentando, dedicando el tiempo adecuado para seleccionar y saborear los alimentos. Dedicar el tiempo necesario a comer, te ayudará a mejorar las digestiones. Puedes terminar la comida con una infusión digestiva

7. Evita distracciones

Para prestar atención a los alimentos y al cuerpo, es preferible comer en compañía de amigos o familiares, y evitar las pantallas, que te desconectan de las sensaciones corporales.

8. Disfruta con la comida

Disfrutar de una comida que deseas genera endorfinas y buenos recuerdos. Celebra los buenos momentos entorno a una mesa y disfruta de cada bocado.

9. Mantener una vida activa

Seguir un estilo de vida activo, donde el ejercicio forme parte del día a día, es una pieza más del puzle de una vida saludable. Busca una actividad que te resulte divertida, agradable y que te motive. Las disciplinas como el taichí, el yoga o el pilates, son una buena opción para reconciliarte con tu cuerpo y aprender a escucharlo.

10. La información como fuente de salud

El saber no ocupa lugar. Y para conseguir una alimentación intuitiva es necesario saber de alimentos, de nutrientes, y conocer más sobre las propiedades que tienen. De esta manera, serás capaz de interpretar las señales corporales y dar respuesta a ellas usando la intuición.