¿Té caliente o frío?

¿Té caliente o té frío?

El té es una de las bebidas más consumidas del mundo, una bebida muy versátil para tomar a cualquier hora del día y que combina genial con diferentes opciones. ¿Sabías que el té puedes tomarlo tanto caliente como frío? ¡No te lo pierdas!

Té frío, un refresco más equilibrado

Con la llegada del buen tiempo, las necesidades de agua aumentan y apetece refrescarse y combatir el calor con alguna bebida saludable, fresquita y sabrosa. Para muchas personas el té frío es una opción ideal para hidratarse durante los meses de verano, una alternativa sana a las bebidas o refrescos azucarados. El té tiene un bajo valor energético, contiene cafeína, antioxidantes y diferentes minerales. Además, posee un sabor y un aroma excepcionales, como la infusión Detox con un agradable sabor a frutos rojos. Por cierto, ¿se preparan igual el té frío y el té caliente? ¿Tú que opinas? Pues para preparar un buen té frío y poder disfrutar al máximo de todas sus propiedades es importante que tengas algunas cosas en cuenta:

       1. Utiliza agua caliente

Para elaborar un té frío es aconsejable que uses siempre agua caliente (más de 80ºC).

       2. Introduce la bolsita para infusionar

Cuando el agua ya esté caliente, coloca la bolsita de infusión y déjala reposar durante el tiempo especificado en el envase.

       3. Retira la bolsita

Para asegurarte que tu té no se infusiona en exceso es recomendable retirar la bolsita del agua una vez transcurrido el tiempo de infusión.

       4. Añade unos cuantos hielos

Ahora que tu infusión está lista ya puedes introducir los hielos para enfriarla.

Como puedes ver, la temperatura del agua es clave para aprovechar al máximo tu té. Pero ¿por qué? Cuando ponemos la bolsita para infusionar en agua caliente, las hojas secas de té se hidratan y gracias a la elevada temperatura todos sus componentes pueden extraerse. Si, por lo contrario, preparas tu té partiendo de agua fría, por mucho que las hojas se hidraten, todos sus componentes y virtudes no van a pasar al agua. Así que, recuerda, si este verano quieres lanzarte a la piscina y refrescarte con un té frío, prepáralo primero como si de un té caliente se tratara y una vez transcurrido el tiempo de infusión añádele los hielos.

Té caliente también en verano

El consumo de té caliente es perfecto para hacer frente a los fríos días de invierno y entrar en calor, pero ¿sabías que en algunos países también lo toman caliente en verano? En Marruecos, por ejemplo, donde el consumo del té forma parte de la cultura tradicional del país, el té se toma caliente incluso en los meses calurosos de agosto. Y es que, se ha visto que cuando se toma la bebida fría, el organismo empieza a funcionar para que el líquido ingerido se aclimate a la temperatura corporal. Para poderlo conseguir necesita gastar energía. En otras palabras, necesita producir calor. Mientras que cuando toman el té caliente, al encontrarse más o menos a la misma temperatura que el cuerpo, este no tiene que hacer ningún trabajo extra ni producir calor.

¡Hay miles de combinaciones! Aprovecha este verano y atrévete a probarlas todas frías o calientes, ¡como más te guste!