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La resiliencia: recupera tu vida a sorbitos

Adaptarse a las dificultades de la vida es lo que denominamos resiliencia, uno de los conceptos más buscados actualmente. Efectivamente, ser resiliente no hará que todos los problemas que tenemos a diario desaparezcan, pero sí te da la capacidad de ver tus preocupaciones desde otra perspectiva.

Siempre existen dificultades en la vida, pero no todos reaccionamos de la misma manera. La muerte de un ser querido, el fin de una relación, padecer de una enfermedad, o perder un trabajo son algunas de las situaciones más duras que podemos atravesar. Sin embargo, no todas las personas reaccionan de la misma manera frente a situaciones traumáticas o estresantes. Ir generando o mejorando la capacidad para crear resiliencia es un proyecto personal y es diferente en cada caso.

¿Es posible convertirse en una persona resiliente? ¿Cómo se puede lograr? Aquí te daremos todos los detalles que necesitas saber. 

Estrategias para aumentar la resiliencia

¿Qué beneficios tiene la resiliencia? La resiliencia es crucial para nuestra salud mental y felicidad en general. Es un viaje de descubrimiento que debemos hacer a lo largo de la vida y que puede fortalecerse a través de diferentes estrategias. Veamos algunas.

En un momento complicado, estos seres humanos suelen buscar apoyo en amigos, familiares o su psicólogo de confianza, ya que transitar por escenario complicado solo es realmente muy complejo. Es importante tener siempre cerca a los nuestros, ya que los eventos desafortunados pueden aparecer en cualquier momento.

Una persona resiliente posee un enorme autoconocimiento por lo que son más realistas y objetivos. Saben cuáles son sus fortalezas y sus debilidades.

Entender a los demás también nos ayuda. Ponernos en sus zapatos y poseer empatía hace que puedas entender lo que le pasa al otro.

Además, debes ser consciente de que vives en el presente. No le amenaza el pasado ni le da miedo el futuro. Esta cualidad hace que estas personas vivan cada momento al máximo, disfrutando hasta de los más mínimos detalles. Son conscientes de que lo único que importa es “el presente”.

Las personas resilientes también son flexibles y tienen capacidad de adaptación, de esa forma no se conforman por alcanzar únicamente una determinada meta u objetivo. Son capaces de variar de meta sin que les suponga un problema el cambio.

Y, sobre todo, la resiliencia te ayuda a ser más tolerantes a la frustración y a la incertidumbre, por lo que vives con menos tensión emocional y física. Viven con mucho menos estrés, con una actitud positiva hacia la vida y eso les conlleva un aumento de su eficacia y de su eficiencia. Si además quieres tener más vitalidad en tu cuerpo y en tu mente prueba una infusión vitamínica de Susarón.

Fomenta la resiliencia “Tú puedes”

Trabajar la resiliencia es básico, debemos “cuidarnos” y aprender a desarrollarla día a día. Os damos algunas sugerencias:

– Desde pequeños podemos trabajar esta habilidad a través de cuentos, por ejemplo, “Las Jirafas no pueden Bailar”. Puedes leerlo con ellos para trabajar y reflexionar sobre la frustración o la capacidad de adaptación. Cuando experimentamos frustración aparecen una serie de emociones como el enfado, la tristeza, la angustia, la ansiedad, etc. Podemos aprender a afrontar estas emociones y a saber sobrellevarlas.

¡Cuídate! Piensa en tus necesidades, deseos y disfruta con actividades que sean relajantes o que te hagan sentir feliz. Puedes hacer ejercicio regularmente. Aunque solo camines 30 minutos cada día te será muy beneficioso tanto para tu salud física cómo psicológica. Cuidar de uno mismo ayuda a mantener mente y cuerpo en un buen estado de forma y listos para enfrentarse a situaciones que requieren resiliencia.

– De vez en cuando para un momento y autoexplórate. Realiza un pequeño ejercicio de mirar hacia atrás y pregúntate por aquellas situaciones que te han resultado más difíciles, si te sientes estresado o frustrado… Y por supuesto, pregúntate también por aquellas veces en las que aunque la situación era difícil pudiste adaptarte, quién te ayudó, y sobre todo, que te ayudó a seguir adelante. Con este pequeño ejercicio de autoexploración podrás descubrir cómo responder favorablemente y sin frustrarte a eventos difíciles. Incluso puedes escribir como te sientes porque te ayudará a conocerte mejor.

-Crea tu “caja de resolución de problemas”. Escribe opciones de resolución de problemas para poner en la caja. Habla de un problema y escribe su solución. Puede ser inventado o algo que te haya ocurrido.

¡Ya no tienes excusa para desarrollar la resiliencia!