Dieta flexitariano

¿Conoces las dieta flexitariana?

Las opciones alimentarias en el mercado son infinitas. Además, contamos con una gran libertad a la hora de escoger el tipo de dieta que más se ajuste a nosotros. Según nuestras creencias, según nuestra salud, nuestra cultura… Y es que en cuestión de dietas tenemos una gran variedad a nuestra disposición. Veganos, vegetarianos, crudiveganos… ¿aún no has escuchado hablar de los flexitarianos? Sigue leyendo y descubre este tipo de dieta que ha revolucionado de nuevo el concepto de alimentación saludable.

¿Qué es la dieta flexitariana?

El término flexitariano surge de la fusión de las palabras flexible y vegetariano. La palabra procede del inglés flexitarian y todavía no está aceptado por la Real Academia Española. Aún así, es un término que cada día está más presente en boca de los españoles y españolas.

Como es de imaginar, las personas flexitarianas son aquellas que siguen una dieta vegetariana pero que se permiten, por diversos motivos, cierta flexibilidad. De manera ocasional, una persona flexitariana consume pescado y marisco, huevos y carne. ¿Ya sabes si eres flexitariano? Vayamos por partes para entenderlo bien.

Una persona vegetariana es aquella que consume alimentos de origen vegetal, pero que también puede y/o suele incluir en su dieta alimentos procedentes de animales vivos. Como por ejemplo la miel, los huevos o la leche. Es decir, no toma pescado ni carne.

Sin embargo, un flexitariano sí que consume todos estos alimentos, pero lo hace de forma muy puntual.

Entonces, ¿todos somos flexitarianos?

Ahora, si te estás preguntando si todos somos flexitarianos, la respuesta es no. Un flexitariano sigue una alimentación vegetariana en su día a día. Es decir, basa su alimentación, principalmente en grupos de alimentos como las verduras y hortalizas, frutas, cereales, frutos secos, semillas, legumbres y sus derivados. Y, esto es lo que marca la diferencia, consume carne, pescado y marisco y huevos ocasionalmente y en pequeñas cantidades.

A diferencia de un flexitariano, una persona omnívora consume este grupo de alimentos, que aporta proteínas, de forma habitual en su alimentación. Tan habitual como que varias veces a la semana (si no todos los días) toma algún alimento de estos grupos.

 Beneficios de una dieta flexitariana

Se trata de una dieta que, bien planificada, es equilibrada y saludable. Para ello, se deben cumplir con las recomendaciones de ingesta de nutrientes. Sencillamente, se han de escoger como fuentes proteicas las de origen vegetal (legumbres y derivados, frutos secos, etc.). Únicamente de forma puntual serán las de origen animal. También aporta una cantidad de fibra importante, y vitaminas y minerales que, en una dieta menos planificada (sea del tipo que sea), serían insuficientes. Los beneficios para la salud de una dieta flexitariana van ligados íntimamente a los de una dieta vegetariana. La alimentación vegetariana se ha asociado a numerosos beneficios para la salud. Entre ellos destacan una menor incidencia de obesidad, enfermedad coronaria, hipertensión y diabetes tipo 2.

Estos beneficios se asocian a cifras más reducidas de colesterol LDL (también llamado colesterol malo), de presión arterial y de índice de masa corporal (IMC). Probablemente debido a la dieta y estilo de vida que estas personas realizan, en comparación con la dieta y estilo de vida de los no vegetarianos.

Por otro lado, los flexitarianos suelen tener también respeto por el medio ambiente. Esto los lleva a escoger alimentos procedentes de agricultura ecológica, en su alimentación habitual.

¿Qué debo tener en cuenta si soy flexitariano?

Las personas flexitarianas, al no consumir de forma habitual alimentos de origen animal, pueden tener carencias de ciertos nutrientes. La vitamina B12, el zinc, el hierro, el calcio y los ácidos grasos omega 3, son los nutrientes que principalmente pueden faltar en una dieta flexitariana.

Así pues, es recomendable que una persona flexitariana tome suplementos de vitamina B12. Esta vitamina únicamente se encuentra en alimentos de origen animal. Este es el motivo por el que se recomienda la suplementación. El déficit de zinc y hierro puede ser causado porque estos minerales se absorben de forma más eficiente cuando proceden de alimentos de origen animal. Aunque con una buena planificación, los flexitarianos pueden conseguir aportar suficiente cantidad de estos nutrientes. Lo mismo ocurre con el calcio, aunque hay alimentos vegetales que también contienen suficiente cantidad de este mineral.

Por último, son los ácidos grasos omega 3 los que pueden faltar en una dieta flexitariana. Estos proceden, principalmente, del pescado (sobre todo del azul). Las fuentes vegetales de ácidos grasos omega 3 (alfa-linolénico) incluyen las nueces, semillas de chía y semillas de lino.

Ahora que ya has descubierto los secretos de una dieta flexitariana… ¿qué crees? ¿eres flexitariano?