Las necesidades de cada uno de nosotros son diferentes. Una persona, en función de su edad, sexo, composición corporal y actividad física necesitará mas o menos calorías para poder rendir durante el día. Además, la masa muscular de la persona será un factor determinante, ya que contra más se tenga mayor será el gasto calórico para mantenerla. En cuanto a deportistas, es probable que sus necesidades se vean alteradas en función del momento de la temporada. En momentos de gran intensidad y entrenamientos de larga duración, sus necesidades se verán aumentadas para poder mantener su peso corporal, su salud y maximizar los efectos del entrenamiento. Pero ¿qué factores son los que determinan cuanta energía necesitamos? Descubrimos los secretos del metabolismo y te enseñamos como calcular tus necesidades energéticas.

¿Cómo funciona el metabolismo y cuántas calorías son necesarias para activarlo?

El cuerpo humano necesita energía para mantener todas las funciones, desde las más básicas e involuntarias como la digestión de alimentos o la respiración, hasta aquellas acciones que desarrollamos en nuestro día a día como correr. Para todo esto, nuestro cuerpo se nutre a través del metabolismo, una serie de procesos fisicoquímicos por el cual nuestro cuerpo convierte y gasta energía. A partir de los alimentos, y por tanto de la asimilación de sus nutrientes, el cuerpo humano es capaz de obtener energía y almacenarla. El proceso denominado catabolismo rompe o hidroliza las moléculas más grandes de los alimentos y las hace más pequeñas (por ejemplo, de disacárido a monosacárido como la glucosa). En este se libera energía química y se almacena en forma de ATP a la espera de ser utilizada.
Cómo se obtiene la energía
El cuerpo tiene dos maneras de obtener energía, una donde utiliza oxígeno y otra donde no es necesario. Los primeros 15-20 segundos en los que hacemos deporte producimos energía con la ya conocida ATP a través de una vía energética que no necesita oxígeno pero que, además, no produce lactato, una sustancia que acumulada en nuestro organismo afectará a nuestro rendimiento. Pasado este tiempo, si mantenemos la intensidad alta entra en juego una segunda vía donde se sigue sin utilizar oxígeno, pero sí genera el mencionado ácido láctico. Sin embargo, esta vía no se puede mantener más allá de 3 minutos ya que la respiración se acelera, nos falta oxígeno y el cuerpo no es capaz de mantener ese ritmo. Una vez llegados a este punto, y con una intensidad más baja, entra en juego la vía aeróbica, donde si se utiliza el oxígeno para producir energía a través de los glúcidos, las grasas y los aminoácidos producidos al degradar las proteínas.

El gasto energético total o el combustible que necesitamos

El gasto energético total de un individuo durante un día es la energía que consume nuestro cuerpo. Este valor se compone de la tasa metabólica basal, la termogénesis endógena y el gasto energético derivado de la actividad física o factor de actividad. El primero, es aquella energía que nuestro cuerpo gasta en reposo, con todas aquellas funciones que mantienen a nuestro organismo operativo. El segundo, es el gasto energético derivado del propio calor que genera nuestro organismo mediante las reacciones metabólicas. Por último, el tercero es la energía que gastamos en realizar todas las actividades físicas a lo largo del día, desde la práctica de deporte a caminar, trabajar o fregar los platos.

Calcula las calorías que necesitas para activar tu metabolismo

Para poder calcular la energía que necesitamos en un día, deberemos tener en cuenta los 3 factores que hemos mencionado antes:

Metabolismo Basal: es la cantidad de energía mínima que nuestro cuerpo necesita para seguir vivo. En personas sedentarias, representa entre el 60-70% del gasto energético total, mientras que en personas muy activas se sitúa sobre el 50%. El motivo es la masa magra, ya que el músculo requiere más energía para su mantenimiento. Es posible calcularla a través de una medición de consumo de oxígeno, pero, aunque es el método más preciso no es accesible a todo el mundo, por lo cual se utilizan ecuaciones de predicción. Hay muchas ecuaciones para calcular esta tasa y aunque no existe consenso sobre si hay alguna que sea 100% precisa sobre el resto, aquellas que utilizan más valores como el sexo, la edad y la altura, además del peso, nos darán un resultado más ajustado. Puedes calcularlo mediante la fórmula de Mifflin-St.Jeor aquí.
La termogénesis endógena: este factor suele representar sobre el 10% del gasto energético total, aunque dependerá de la actividad física de la persona. Es un término difícil de calcular, y aunque representa una pequeña fracción del gasto energético, no se tendrá en cuenta en la aplicación final.
El factor de actividad se aplicará en función de la actividad física de la persona. Este varía entre 1,2 para personas con actividades muy ligeras (sentado y poco o nada de ejercicio) hasta 1,9 para las personas muy activas (realizar trabajos de fuerza, correr o hacer 2 horas de deporte al día). Para actividad ligera el valor es de 1,375 (deporte 1-3 veces a la semana), 1,55 para actividad moderada (deporte 3-5 veces a la semana) y de 1,725 para activa (Deporte 6-7 veces a la semana).

Infusión con vitaminas y una infusión vigorizante para activar el matabolismo

Tras una buena sesión de deporte es importante beber abundante líquido y recuperar vitaminas y minerales. Disfruta tras el ejercicio de una buena taza de Vitamínico y Vigorizante. La infusión Vitamínico te ayudará a calmar el cuerpo y la mente además de aportarte las vitaminas y minerales que necesitas tras la sesión deportiva. Es una infusión con vitaminas y que tiene un sabor a frutas del bosque. La composición de esta infusión contiene vitaminas con hibisco, escaramujo y vitaminas del grupo B con vitamina E.

La infusión Vigorizante será tu aliada para que no te falte la motivación y la energía cada día en tu propósito de mantenerte en forma. Esta infusión vigorizante con ginseng siberiano, mate, guaraná y café verde.

Una vez conocemos las kcal que representan nuestro metabolismo basal y el valor que nos corresponde respecto a nuestro factor de actividad, multiplicamos ambos valores para conocer la energía que necesitamos para superar nuestro día a día. Mantén un estilo de vida saludable; consume frutas, verduras y hortalizas en cada comida y practica ejercicio físico de forma regular para cubrir tus necesidades de energía y afrontar el día, ¡con energía!