La importancia de comer en familia

La importancia de comer en familia

Compartir mesa es uno de los mejores planes que puedes hacer cada día en familia, aunque, a veces, no resulta fácil por el estilo de vida acelerado que llevamos. De todas formas, hay que aprovechar para reunirse con los seres queridos siempre que sea posible, ya que, detrás de sentarse a la mesa, hay muchos beneficios que pueden aportarte a ti y a los más pequeños, y que probablemente no sepas. ¿Te animas a conocerlos?

Beneficios de comer en compañía de la familia

  • Mejora la comunicación

Comer acompañado te ayuda a mejorar la comunicación con aquella o aquellas personas que disfrutan contigo de la comida. Poder contar cómo te ha ido la jornada o que los niños te expliquen qué han hecho en el colegio, ayuda a crear un vínculo de confianza muy positivo. Por ello, es importante hacer un esfuerzo para coincidir, ya sea en el desayuno, el almuerzo o la cena. Lo ideal es pasar un buen rato, escuchar y ser escuchado, para conseguir una mejor convivencia.

  • Sirve de desahogo

También es un buen momento para descargar la tensión de un largo día de trabajo, para reducir el estrés que causan las tareas diarias… ¡Verás qué a gusto te quedas! Sin embargo, conviene no monopolizar la conversación y hablar de lo mismo todo el rato para no cansar al que tienes al lado. Se trata de abrirse, sentirse apoyado y viceversa.

  • Construye hábitos

Es la ocasión perfecta para incorporar hábitos alimentarios saludables, porque lo hace más fácil y divertido. Si estás entretenido, hablando y pasándolo bien, añadir esos alimentos a los que no estás tan acostumbrado puede resultar más sencillo. Por eso, acuérdate de comer con los más pequeños de la familia, puesto que los niños imitan lo que ven. Si advierten que te lavas las manos para comer, entenderán que también tienen que hacerlo. Lo mismo ocurre con la introducción de los vegetales. Si te observan deleitándote con unas verduras, será más factible que deseen probarlas, porque lo asocian a algo positivo y bueno. Así se crean, poquito a poco, unos hábitos correctos tanto de higiene como de alimentación. ¿Te animas a probar?

  • Permite controlar lo que comes

Si te alimentas acompañado de tu familia, pueden ayudarte a controlar las porciones de aquello que ingieres. Mientras vas interactuando con cada uno de ellos, tu cuerpo va saciándose. Asimismo, se suele masticar más e ir más despacio, por lo que se consiguen evitar más fácilmente los excesos, siempre y cuando uno esté concienciado para seguir una dieta equilibrada. Es verdad que hay reuniones en las que se come por encima de lo normal y en las que se junta toda la familia para celebrar un día muy especial, pero, este, sería un caso excepcional.

  • Favorece una alimentación correcta

Especialmente en el caso de los niños, es importante estar con ellos para que lleven una alimentación saludable. Si estás delante en el momento de comer, podrás saber cómo se comportan con la comida y detectar si conviene inculcar alguna mejora alimentaria. Es una buena forma de asegurar que los más pequeños gozan de un estado de salud en condiciones gracias a una alimentación sana y equilibrada.

Comer en familia tiene sus ventajas. ¡Disfruta de la comida con los tuyos!