Mejores alimentos e infusiones tras un entrenamiento

La actividad física tiene importantes beneficios para la salud, tanto física como mental. Tomar alimentos e infusiones tras un entrenamiento con criterio, aumenta estos beneficios. La práctica regular de cualquier movimiento que implique una activación muscular contribuye a prevenir enfermedades tan frecuentes como las patologías cardiovasculares, diabetes y algunos tipos de cáncer. Se trata también de una herramienta imprescindible para el manejo y la prevención de la osteoporosis, especialmente en mujeres.

El ejercicio, además, reduce los síntomas de la depresión y la ansiedad y ayuda a mejorar la calidad del sueño.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que la práctica deportiva supone un desgasto energético para el cuerpo. Es importante reponer los nutrientes para prevenir lesiones, optimizar los beneficios derivados del entreno, y preparar los músculos y las articulaciones para trabajar de nuevo en la próxima actividad.

Alimentos e infusiones tras un entrenamiento ¿Qué necesitamos para recuperarnos?

En ocasiones pensamos que, una vez finalizado el entrenamiento, el trabajo ya está hecho. Pero nada más lejos de la realidad. Necesitamos reponer la energía y líquido utilizados durante la actividad, recuperar los tejidos musculares y descansar para que el entreno sea efectivo y no nos lesionemos.

Alimentos

La alimentación es, sin duda, uno de los pilares básicos en el rendimiento deportivo. Contribuye a mejorar la composición corporal, aporta la energía suficiente para completar el entreno y, además, influye en la recuperación.

Es cierto que la ingesta post entrenamiento puede variar según las características del ejercicio, las necesidades de cada deportista y la planificación del resto de comidas. Sin embargo, en la mayoría de los casos se establecen unas recomendaciones parecidas. Según la Sociedad Internacional de Nutrición Deportiva (ISSN, por sus siglas en inglés), tanto los hidratos de carbono como las proteínas deberían estar presentes en la comida post entrenamiento. Más adelante profundizaremos en la hidratación, en la que el agua y las infusiones tras un entrenamiento son claves.

Por una parte, los hidratos de carbono contribuyen a la recuperación de los depósitos de glucógeno, el principal combustible utilizado durante la actividad física. Encontramos hidratos en alimentos como la patata, el arroz, la pasta, el pan, las frutas o las legumbres, entre otros. Si lo que buscamos es una opción líquida para complementar un batido de proteína en polvo, podemos recurrir a las bebidas vegetales como las de arroz o avena.

La proteína, por otra parte, es un nutriente que encontramos en la carne, pescado, huevos, legumbres y lácteos. Una de sus funciones más interesantes es la de regenerar los tejidos y promover el aumento de masa muscular después del ejercicio. No obstante, y a diferencia de lo que solemos pensar, la proteína no es únicamente necesaria para aquellos deportistas que tengan como objetivo el aumento de músculo. Cualquier actividad física, con un mínimo de intensidad, promueve cambios y adaptaciones el en organismo, especialmente en los músculos. Eso significa que la proteína, personalizando siempre la cantidad, es igual de importante para un practicante de crossfit que para un corredor.

La combinación de ambos nutrientes (hidratos y proteínas), además, contribuye a una mejor y más rápida recuperación, y favorece en mayor medida el desarrollo del músculo.

Hidratación

Parece lógico pensar que hay que hidratarse mientras realizamos cualquier actividad física, especialmente si es durante los meses de verano. El agua cumple importantes funciones en el cuerpo como la regulación de la temperatura (o refrigeración), la lubricación de las articulaciones y el transporte y absorción de nutrientes, entre muchas otras. Pero también es posible recuperar líquidos con infusiones tras un entrenamiento.

Una vez más, las necesidades hídricas pueden ser muy variables teniendo en cuenta las características del deportista, las condiciones ambientales, el tipo de ejercicio o la durada e intensidad del mismo. En términos generales, las recomendaciones son de 100-150 ml de bebida cada 15-20 minutos durante la actividad.

Después del entrenamiento, hay que reponer también el líquido. En algunos casos, puede ser útil hacer una estimación del peso perdido durante la actividad, para saber qué cantidad habría que tomar. Sin embargo, teniendo en cuenta que hay diversos factores que pueden influir en la pérdida de peso, y que no todos los deportistas tienen una báscula a mano para calcularlo, lo más sensato es establecer unas recomendaciones generales.

La Federación Española de Medicina del Deporte (FEMEDE) aconseja tomar más cantidad de bebida que el peso que se haya perdido. Recomienda también iniciar la rehidratación tan pronto se termine el ejercicio, aunque no se tenga sed. Por ello desde Susarón hacemos este llamamiento a consumir infusiones tras un entrenamiento como parte de esa recuperación.

¿Puedo hidratarme con infusiones tras un entrenamiento?

Si nos referimos al momento justo de acabar un entrenamiento, el agua o las bebidas isotónicas deberían ser la primera elección para cualquier deportista. Ahora bien, las infusiones tras un entrenamiento pueden ser un complemento ideal para la hidratación durante el resto día.

La infusión Articulaciones es nuestra preferida. Combina el poder antiinflamatorio del Lemon Grass junto con la cúrcuma, otro antiinflamatorio natural que además ayuda a mantener la salud y flexibilidad de las articulaciones y huesos. Es una de las infusiones tras un entrenamiento más recomendadas.

Si lo que buscas es cuidar de tu sistema inmunitario con infusiones tras un entrenamiento, disminuyendo el cansancio y la fatiga, puedes decantarte por la infusión Defensas. Contiene equinácea, menta, cúrcuma, una combinación pensada para las defensas, y vitamina C, que ayuda a disminuir el cansancio y la fatiga.

Y si lo que necesitas son ingredientes que ayuden a mantener la vitalidad del cuerpo y la mente,  Vitamínico es la mejor opción. Una infusión con vitaminas como la E, que contribuyen a evitar el envejecimiento celular, y vitaminas del grupo B, que contribuyen al metabolismo energético.

Los beneficios de la actividad física son innegables. Sin embargo, no hay que olvidar el desgaste energético que supone si el ejercicio es intenso o hace mucho calor. Reponer estas pérdidas con los alimentos y las bebidas óptimas nos permite reparar los músculos y articulaciones, y dejarlos listos para el siguiente entreno.