Enfría tu infusión con estos trucos

¡Qué bien sienta una bebida fresquita en esta época del año! Cuando más deshidratados nos encontramos más fácil es que nos apetezcan cosas hidratantes y fresquitas. ¡Y si encima son con sabor, mejor! Vamos a ver cómo enfriar tu infusión preferida para poder disfrutarla en cualquier momento del año.

Cuando el calor aprieta, nuestra mejor manera de refrescarnos es dándonos un buen chapuzón y/o hidratándonos con bebidas fresquitas. ¿Qué hacemos cuando queremos tomar una de nuestras bebidas favoritas y está caliente? Podemos buscar la manera de enfriarla para disfrutarla sin problemas.

Es el caso de las infusiones. ¡Son aptas para invierno y para verano también! ¿Cómo podemos hacer para enfriar nuestra infusión y poder disfrutarla? Veamos algunos trucos:

  • Infusionar en frío:

Sí, puedes infusionarla en frío. Coge 2 bolsitas de tu infusión preferida, ponlas en la misma cantidad de agua que sueles usar, y mete el recipiente (a poder ser tapado) en la nevera durante toda la noche. Al día siguiente puedes disfrutar de esta infusión, ¡casi helada! Para esto hay que ser previsor y hacerlo con antelación. Puedes infusionarlo por ejemplo en caliente y meterlo en una botella de cristal y reservarlo en la nevera para ir tomándote cada día un vasito, durante unos días. ¡Y bien fresquita!

  • Congelar:

Bueno, bien, bien no se trata de congelarla. Se trata de poner tu infusión en un recipiente de cristal que puedas cerrar bien (una botella, un bote…). Una vez ahí, coge papel de cocina o servilletas de papel. Envuelve con ellas (bastarán 2 o 3 hojas) el recipiente y mójalas con agua hasta que queden empapadas. Ahora mete este recipiente envuelto en el congelador… ¡Y en media hora podrás disfrutar de tu infusión bien fresquita!

  • Usar espray de soplado:

Este invento es para emergencias. Si dispones de un espray de soplado de los que se usan para limpiar objetivos de cámaras de fotos o teclados de ordenador…puede usarlo para enfriar tu bebida. Para ello, pon el bote de espray boca abajo y rocía con él la botella o vaso (tapados ambos). El hecho de poner el bote boca abajo es para que salga precisamente el gas propelente que se encuentra a una temperatura inferior a 0ºC. Verás que en menos de 2 minutos puedes dejar tu infusión helada.

  • Si te la llevas:

Si te quieres llevar tu infusión a la playa, montaña, a un picnic, de excursión… hay que mantener la infusión fría, porque no se va a tomar al momento. Para ello es importante que tengas en cuenta los siguientes consejos:

  • Llevar la infusión fría.

Hay que llevar la infusión previamente fría ya que, sino cualquier técnica para mantener la temperatura puede transformarse en una técnica de enfriado, y una vez hecho esto, no se mantendrá la temperatura. Así que es mejor llevar previamente la infusión fría.

  • Enfriar el lugar donde la vas a poner.

Para evitar que haya transferencia del frío de la infusión a el material que la rodee, es importante que enfriemos cualquier cosa que vaya a estar en contacto con la infusión. Por ejemplo, si vas a llevar tu infusión Detox de Susarón en una mochila para hacer una excursión, sería interesante que primero enfriaras la mochila (poniendo una bolsa de hielo dentro por ejemplo) y así la infusión mantiene su temperatura. Puedes envolver tu infusión con un trapo frío también, para garantizar aún una mejor conservación.

  • Llevar una nevera.

La clásica nevera rígida azul y blanca o bien las nuevas neveras de tela que pueden aguantar el frío. Para cualquiera de las dos opciones, lo interesante es mantener frío el interior. Puedes hacerlo llenándolo de hielo agua y sal en el caso de la nevera rígida, pero hay que tener en cuenta que su transporte resultará pesado. En el caso de la nevera de tela, puedes colocar hielos de plástico (el clásico bloque de hielo tipo cantimplora) que además de mantener frío el interior, te asegura que no vayas a ir haciendo un reguerito de agua por todo el camino que hagas con ella.

Así que ya sabes, este verano ¡tus infusiones van contigo bien fresquitas!